¡Con el blanco no hay dudas!
Un aplique de pared blanco destaca con todos los colores. Además de permitir un ambiente diáfano si eres un apasionado del minimalismo, las lámparas de pared blancas forman un bonito contraste con los colores brillantes. Sobre todo, si es la lámpara incluye detalles en madera o metal. Dondequiera que coloques un aplique blanco, es un valor seguro, encaja a la perfección con todo tipo de colores y texturas. Eso sí, si eres un apasionado de la decoración escandinava no hay ninguna duda, un aplique de pared blanco es lo que necesitas.
¿Por qué elegir un aplique en blanco?
El color blanco transmite frescura y luminosidad. El blanco no le da efectos coloridos extra a un haz de luz. Una lámpara de pared con vidrio blanco o pantalla blanca difunde la luz exactamente como lo desee, creando una atmósfera acogedora. Una lámpara de pared en blanco es especialmente fácil de combinar, ya que la mayoría de los interiores tienen suficientes elementos blancos para crear un conjunto bien equilibrado.
El blanco es atemporal
Es difícil pensar en que un aplique blanco vaya a pasar de moda. El blanco es y siempre será. Por lo tanto, la próxima vez que compre una lámpara de pared, considere elegirla en blanco. ¡Lo disfrutarás por mucho tiempo!